Se abrió el pastel, y los mirlos se pusieron a cantar,
¿No era un plato delicioso, para el rey desayunar?
Recontando su tesoro, se hallaba en palacio el rey.
La reina estaba en la sala, comiendo pan y miel.
Y la doncella colgaba la ropa en el jardín,
cuando un pájaro volando le arrancó la nariz.
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