Esta serie no cambiará nunca y eso me gusta. Quizás ya no tiene la frescura que tenían las tres primeras temporadas pero sigue en forma, sigue siendo una sitcom agradable, familiar, entrañable y sin pretensiones. Los dos capítulos finales han sido lo mejor de la temporada.
“¡Es un libro para interpretar los sueños!
Siempre había soñado con tener uno. ¿Qué significará?”
“El colegio. Llaman para decir, oficialmente,
que nuestro hijo apesta”
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