La primera temporada de 'Sherlock' me dejó con muy buen sabor de boca. Fueron tres capítulos largo que nos dejaron casi sin respiración. De lo buenos que eran, de lo bien hechos que estaban y por esa reinvención de los personajes de Sherlock y Watson. Fue fabuloso.
Tuvimos que esperar un año entero a que se estrenara la segunda temporada, también de tan solo tres capítulos. Esta temporada no ha defraudado en absoluto, incluso creo que ha sido mucho mejor que la primera.
El primer capítulo fue espectacular, con un trama muy buena y donde salía Irene Adler. Este personaje (la única mujer que puede poner nervioso a Sherlock) ha sido una de las mejores cosas. Ha sido un acierto de lo bien que estaba hecho el personaje. Me quedé encantado. El segundo capítulo fue el emblemático 'El sabuelo de los Baskerville' que, aunque no fue el mejor capítulo, sí estaba muy bien conseguido. Disfruté mucho también.
Pero con el tercer capítulo llega el momento de quitarse el sombrero y decir que 'Sherlock' es de los mejor del 2012. Y ya sé que estamos en febrero, por eso. Aparece otra vez Jim Moriarty el archienemigo de Sherlock y aparece para quedarse. El capítulo es memorable en parte por el enfrentamiento de estos dos. La escena que están en la azotea es memorable. Me recordó a Batman y su némesis Joker.
La serie es rápida, ágil, con momentos divertidos y muy intensa. Está muy bien realizada y producida, podríamos decir que es una serie muy moderna. Adaptar un personaje de hace 100 años a la era moderna y todo lo que implica esta era: Internet, Iphone, prensa...
Alabar a los actores es quedarse corto porque lo hacen muy bien. Tradición inglesa.
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P.D: A destacar un par de momentos. El primero es el sombrero de Sherlock (elemento muy característico del personaje), que en el primer capítulo sale de una manera que queda muy bien (risas). El segundo el tema de la latente homosexualidad del protagonista, que no te dicen nada y que si te lo dicen es que no. Pero ahí está.
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